lunes, 19 de diciembre de 2011


Se hace camino al andar...

martes, 13 de diciembre de 2011

¡¿Dónde te has metido?!

Ya no se que hacer para encontrarte, te busco de día y de noche, incluso mientras duermo mis sueños siguen esperando que aparezcas, pero no hay manera, ni rastro. ¿Se puede saber donde te has metido?
Estoy segura de que en el fondo quieres que te encuentre, mi querido Hansel, porque cuanto más me esfuerzo en dar contigo más migas de pan a modo de ideas me voy encontrando por el camino.

¿Pero cuantas barras de pan has desmigado? ¿Dónde te escondes, inspiración?

miércoles, 7 de diciembre de 2011


Estamos consumiendo el último mes del año casi sin inmutarnos, y ahora viene cuando nos arrepentimos, cuando nos planteamos y creamos los conocidos "Propósitos de año nuevo". Algo, que personalmente, considero una perdida de tiempo a más no poder. Porque... ¿De que sirve decir que dejaré de fumar o que adelgazaré el día 1 de Enero si unas horas después diré: "Vale, el último cigarrillo del año" o me pondré hasta el culo de alcohol? De nada, de eso sirve.
Por ese motivo mis años no empiezan colmados de propósitos que quiero cumplir pero que se que no haré, sino que simplemente me dedico a proponerme un plan, un camino a seguir, una meta que alcanzar, algo más tangible, algo que si no consigo no me sentiré decepcionada, sino satisfecha por saber que he echo absolutamente todo lo que podía para conseguirlo, pero que aún así se me ha escapado de las manos.

Y este año mi meta eres tú.

martes, 15 de noviembre de 2011


Es tan fácil volver al pasado que da miedo. Basta una canción, una película, una foto o un simple lugar para sentir como mi corazón se queja porque ya no estás. Y no se lo reprocho, fue tan fácil dejarte marchar por miedo.. Puto miedo, como me estás estropeando la vida...

Me monté un guión perfecto, iba a salir todo rodado, estaba segura, no tenía más que seguir cada punto, en el orden correcto, y todo iría a pedir de boca.
Te vería, los dos sonreiríamos, nos saludaríamos y hablaríamos de lo que a pasado este año. Dos amigos más, todo perfecto, sin preocupaciones ni incomodidades...
JÁ! Me río yo de mi guión de henna...
En la milésima de segundo que tus ojos se han clavado en los míos, lo he sentido todo: tus caricias, tu olor, el roce de tu cuerpo contra el mío, el sabor de tus besos, el vibrar de tu moto, el click de mi cámara de fotos, tu voz...
Y mientras te acercas sigo cayendo, sin algo a lo que aferrarme, en un vacío sin final.

Y justo en ese momento me atrevo a admitir que no fue fácil. Dejarte marchar fue la cosa más difícil y estúpida que el miedo me ha echo hacer.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Creo que he pulsado el botón de centrifugado sin darme cuenta, porque me va a estallar la cabeza!!
Recordar, pensar, valorar, mirar al futuro, querer, llorar, escribir, intentar... ¿Y para que? Para nada, solo silencio.

Un día más.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Todo en él era familiar. La forma en la que distribuía su peso, entre su pierna derecha y el asiento de la moto; esa forma de fumar, esperando siempre unos segundos antes de soltar el humo después de cada calada; su mirada perdida en el horizonte, viendo algo que solo él es capaz de apreciar; su inseparable cazadora, aquella que él le regaló hace años; y su olor, aún desde el escalón de la entrada diferenciaba su olor del de los jazmines del jardín, ese mezcla entre tabaco de liar, colonia y algo más, algo suyo, algo especial.

Y aunque todo podía prever que esa familiaridad no iba a traerme más que dolor por los recuerdos, lo único que sentí fue seguridad, tranquilidad. Y aquella sonrisa perdida después de meses volvió a aflorar en mis labios. Y es que solo él era capaz de recuperarla.

Y en ese mismo instante algo dentro de mí cambió, tan sigilosamente que ni yo fui consciente, no hasta que se giró y la comisura de sus labios se ensancharon para dedicarme mi sonrisa, la que siempre fue solo para mí.

jueves, 18 de agosto de 2011

Desaparecer


A veces quiero desaparecer, que nadie me vea y no tener que ver a nadie. No quiero pensar, ni tomar decisiones, ni arrepentirme. Simplemente poner la mente en blanco, pero en blanco de verdad, y sentir el aire que respiro, el ruido que hace el perro del vecino al beber agua, el grifo del lavabo que no deja de gotear, las teclas del ordenador resonando en mi cabeza...
Y entonces recuerdo que mi vida no es una película, y que no tengo la opción de darle a PAUSE y recapacitar antes de continuar. Así que solo me queda esperar que tenga un final tan predecible como todos esos largometrajes románticos que acaban bien y que se solucionan solos.

Así que le daré al PLAY a ver como sigue... (cogeré "kleenex" por si acaso)

martes, 2 de agosto de 2011

Vuelvo enseguida...

Recuerdo al Monstruo de las Galletas como mi personaje preferido de Barrio Sésamo, sin olvidarme de los entrañables Epi y Blas, por supuesto. Supongo que es por eso que me imagino toda azul y peluda cada vez que me sumerjo en libro, sea cual sea el que tenga entre manos, y me olvido del mundo, de los problemas y las comeduras de cabeza, incluso me olvido de que tengo los macarrones puesto en el fuego... Ups!!

Así que sin más demora, me voy a pasar la tarde con el intrépido y tremendamente atractivo Jace.

lunes, 25 de julio de 2011

...

Mi cabeza es como una tienda de relojería. Casi puedo oír el sonido de las ruedecillas del reloj, como cada diente se encaja en el sitio exacto, una y otra vez, vuelta tras vuelta.
Y las palabras vuelan sin sentido para acabar formando una frase, que llevará a un bonito párrafo, para darle sentido a esa idea que se crea en mi cabeza. Esa idea que ahora parece un mundo y que a lo mejor mañana, cuando relea lo que escrito, pensaré: ¡Menuda mierda!

Adoro las ideas locas que me vienen a la cabeza, algunas realmente innovadoras y otras asquerosamente cansinas y tan poco originales como cantar el cumpleaños feliz.

sábado, 9 de abril de 2011

Su perfume es más amargo que el mío, pero aún así parece que te gusta.
Como su pelo, del color del maíz y su labios rosados. Como sus ojos castaños de pestañas interminables. Como su figura delgada, de grandes pechos y largas piernas. Parece que todo eso te gusta, a pesar de ser tan diferente a mí.
Tiene cara de mujer y, de echo, se comporta como tal. Una mujer de los pies a la cabeza, con las ideas claras y unas metas que alcanzar. No acepta un no por respuesta y todo lo que se propone lo consigue, porque sabe como hacerlo. Sabe a donde quiere llegar y sobretodo, con quién. Me apuesto lo que quieras a que apareciste en su vida por sorpresa. No te esperaba y ahora ya no hay vuelta atrás. No pensaba enamorarse de ti, no entraba en sus planes, pero aún así lo ha echo. No se lo reprocho, es tan fácil enamorarse de ti...
Es preciosa y en el fondo me cae bien. Tampoco me extraña que te hayas enamorado de ella.
Pero de verdad te has enamorado? No quiero creerlo, de echo no puedo hacerlo, porque si fuese cierto no tendría sentido. ¿Cómo puedes enamorarte de alguien tan diferente a mí?
En realidad ni siquiera pienso que la quieras, solo estás encaprichado. Porque cada día observo como te comportas con ella. No, definitivamente no estás enamorado. No vas y la abrazas por sorpresa cuando ella está de espaldas a ti, no le dices lo guapa que está cada vez que la ves, no vas a verla cuando no sabes que hacer y te apetece pasar un rato divertido, no le regalas una rosa roja en todos sus cumpleaños desde los 15 años, no la vas a buscar a la salida del trabajo para que vuelva sola a casa, no piensas que en ocasiones se comporta como una niña, y definitivamente nunca la podrás llamar "Morena" como haces conmigo.
Porque sigues estando enamorado de mí, como yo lo estoy de ti. Porque ninguno olvida los momentos que hemos pasado juntos, las tantas noches de risas y otras tantas de pasión. Porque nos hemos querido siempre y siempre lo haremos, es algo que no podemos evitar, y los dos lo sabemos. Lo sabemos cuando me llevas a casa, lo sabemos cuando me sorprendes porque te apetece verme sonreír, lo sabemos cuando un chico se me acerca y saltas como un perro rabioso a por él, lo sabemos cuando omites tu conquista de la noche anterior delante de mí y definitivamente lo sabemos cuando nuestras miradas se cruzan, y castaño contra verde, luchan por no dar ese beso que tanto deseamos recibir.
Pero también sabemos que no podremos volver a estar juntos, porque eso significaría sufrir día tras día y beso tras beso, la perdida de mi hermano. Ese hermano que se marchó sin avisar, que para mí lo era todo, que para ti no era solo un amigo sino un hermano, que nos unió en su día y que, al dejarnos para siempre, sin saberlo, rompió lo que teníamos.
Siempre has sido tú. Fuiste el primero, el único que me ha echo sentir así y el único que lo hará, porque no encontraré a nadie capaz de hacerme llegar tan alto con solo una mirada. Porque para mí solo existes tú.