A veces quiero desaparecer, que nadie me vea y no tener que ver a nadie. No quiero pensar, ni tomar decisiones, ni arrepentirme. Simplemente poner la mente en blanco, pero en blanco de verdad, y sentir el aire que respiro, el ruido que hace el perro del vecino al beber agua, el grifo del lavabo que no deja de gotear, las teclas del ordenador resonando en mi cabeza...
Y entonces recuerdo que mi vida no es una película, y que no tengo la opción de darle a PAUSE y recapacitar antes de continuar. Así que solo me queda esperar que tenga un final tan predecible como todos esos largometrajes románticos que acaban bien y que se solucionan solos.
Así que le daré al PLAY a ver como sigue... (cogeré "kleenex" por si acaso)
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