martes, 15 de noviembre de 2011


Es tan fácil volver al pasado que da miedo. Basta una canción, una película, una foto o un simple lugar para sentir como mi corazón se queja porque ya no estás. Y no se lo reprocho, fue tan fácil dejarte marchar por miedo.. Puto miedo, como me estás estropeando la vida...

Me monté un guión perfecto, iba a salir todo rodado, estaba segura, no tenía más que seguir cada punto, en el orden correcto, y todo iría a pedir de boca.
Te vería, los dos sonreiríamos, nos saludaríamos y hablaríamos de lo que a pasado este año. Dos amigos más, todo perfecto, sin preocupaciones ni incomodidades...
JÁ! Me río yo de mi guión de henna...
En la milésima de segundo que tus ojos se han clavado en los míos, lo he sentido todo: tus caricias, tu olor, el roce de tu cuerpo contra el mío, el sabor de tus besos, el vibrar de tu moto, el click de mi cámara de fotos, tu voz...
Y mientras te acercas sigo cayendo, sin algo a lo que aferrarme, en un vacío sin final.

Y justo en ese momento me atrevo a admitir que no fue fácil. Dejarte marchar fue la cosa más difícil y estúpida que el miedo me ha echo hacer.

No hay comentarios: